Quiénes Somos

¡Hola a todos! 🙋🏽‍♀️

Soy Stella Maris Lucero, y mi historia comienza en la zona sur de Ezeiza, donde crecí en un barrio rodeado de naturaleza y campos. Desde pequeña, siempre tuve el deseo de estudiar, pero las circunstancias familiares me llevaron a comenzar a trabajar desde joven.

Después de terminar la secundaria, comencé a trabajar en una tienda de ropa económica, Ahí vi por primera vez a un chico que se convertiría en mi marido y padre de 3 hijos . Yo lo veía aparecerse muy seguido, miraba al local, me buscaba. Él estaba siempre con una bolsa rara al hombro, una bolsa larga que tenía algo así como herramientas. Pensaba que era un vago, que se la pasaba de vacaciones y por eso tenía la piel tan bronceada. Él, Hector, me decía que eso, lo que llevaba al hombro, era su herramienta de trabajo. Y así lo conocí a él. Y así conocí el golf. Esas herramientas eran sus palos de golf, él era un profesional del deporte.

Mientras Hector se dedicaba al golf, yo buscaba una manera de encontrar estabilidad para mi familia. Comencé a ayudarlo en su trabajo ya que detecté que sus alumnas y alumnos buscaban ropa y otros artículos además de pelotitas,  fue ahí cuando empecé vendiendo artículos de golf y buscando nuevos proveedores para expandir nuestro negocio.

Hector me ofreció en reiteradas ocasiones que juegue al golf, pero a mí ese deporte me transmitía malas vibras, tal vez era que él lo vivía de una manera que a mí me desagradaba, o tal vez era que me aburría, o era muy lento para la aceleración que tenía mi cerebro en el día a día.

Con el tiempo, mi matrimonio se volvió complicado y decidí buscar una salida. Gestioné el divorcio y comencé a trabajar como vendedora en un local de cerámicas. Pero mi verdadero sueño era ser independiente y mantener a mis hijos por mi cuenta. Cuando Hector recibió una oferta para trabajar en Esperanza Golf Club, vi una oportunidad. Propuse hacerme cargo del negocio que habíamos construido juntos a cambio de la manutención de nuestros hijos. Hector aceptó, y así nació mi nuevo proyecto: Esperanza Driving.

Con esfuerzo y determinación, hicimos crecer el negocio, adaptándonos a las necesidades de nuestros clientes. Mi vida y la de mis hijos dependían de que ese negocio funcionara. Los accionistas, dueños de Esperanza Golf, no querían que una mujer estuviera a cargo del negocio. No creían que pudiera gestionarlo bien. Pero eso me motivaba a hacerme más fuerte.
Comencé a escuchar a los clientes, querían café, querían tostados, querían mejores pelotas en el driving, querían luces, querían carros de golf, querían carros de golf eléctricos. Todo lo busqué, y encontré pero tenía un desafío. Los proveedores, los nuevos y los viejos tenían que confiar en mí, ahora en Stella como sola, sin el profesional de golf al lado. Les dije que estaba recién divorciada y que necesitaba vender. Accedieron a darme productos y que yo los pagara en la siguiente visita, dándome así el tiempo para que yo vendiera. Así pude comenzar a exponer nuevos artículos y a cubrir la demanda.
Mis hijos mayores se turnaban para cubrir las horas de la tarde y los fines de semana trabajábamos los tres. Durante la pandemia, tuvimos que reinventarnos y vender nuestros productos en línea para sobrevivir.

En el verano 2021 mi vida dio un giro inesperado cuando sufrí un ACV, pero con el apoyo de mis hijos y un equipo dedicado, logré recuperarme. Ellos fueron quienes se hicieron cargo del negocio durante toda mi recuperación. Un día me dieron el alta. No tuve grandes secuelas. Me sentía débil y con miedo. Fue entonces que un profesor y su mujer me ofrecieron lo que tiempo atrás ya me parecía desagradable. ¡Jugar al golf! . Al principio me negué. Las revoluciones de mi vida estaban mucho más bajas que antes y logré conectarme con el deporte de otra manera. Estaba tranquila, estaba más relajada. Comencé a tomar clases y a salir a la cancha. Conocí el deporte desde otro ángulo. Me hice compañeras, amigas, hice contactos que antes no podría haber hecho.

Fue entonces cuando descubrí mi pasión por el golf y se me presento la oportunidad de expandir nuestro negocio a Fincas de San Vicente. Hoy en día, desde EGOLF, ofrecemos artículos de golf en Esperanza Golf, Fincas de San Vicente, además de vender en línea.

Para cerrar, al comenzar a jugar al golf entendí a los potenciales clientes desde otra perspectiva. Descubrí que tenemos algo en común. Todos y todas vamos a la cancha con nuestras mochilas, pero ahí, las dejamos a un costado, nos desconectamos de ellas y nos conectamos con el golf.

Gracias por ser parte de mi historia❤️